viernes, 27 de marzo de 2020

CALERA DE LEÓN Y SU CONVENTUAL

CONVENTUAL SANTIAGUISTA EN CALERA DE LEÓN


El origen fue la adversa climatología que había en el cercano Convento de Sta Mª de Tentudía. Este hecho posibilitó trasladar la orden a otro lugar más benévolo, el lugar elegido fue en la población de La Calera, el lugar, anexionando las dependencias conventuales a la iglesia que ya existía.



Se le hizo el encargo a Don Juan Riero, vicario de Tentudía siguiendo las instrucciones del consejo y las obras recayeron en el cantero Pedro de las Lieves y el maestro albañil Fernando de Xexas, ambos vecinos de la cercana Zafra. Las obras comenzaron en 1532 después de algunas disputas ya que desde 1528 el conventual se había comenzado a construir en Bienvenida, otra localidad, contraviniendo las órdenes del consejo.


Finalmente el conventual fue ocupado por religiosos venidos del convento de San Marcos de León.
También trajeron numerosos enseres de valor que había en su lugar de origen.
La invasión francesa fue nefasta para el conventual con el expolio de lo valioso y la quema y destrucción del resto, la desamortización de Mendizabal y otras más relegaron al edificio a la ruina.


La iglesia a pesar del expolio no tuvo la misma suerte y se mantuvo gracia a los vecinos del municipio siendo la iglesia parroquial de la localidad. El conventual sin embargo ya estaba destruido.
La última restauración, año 2007, devolvieron el explendor al conjunto y su puesta en valor hace que sea muy visitado durante todo el año. 


Accedemos al interior por la entrada que se abre a los pies de la iglesia, en su exterior, nada mas entrar nos espera una sala con el techo realizado en piedra con filigranas en las nervaturas que se apoyan en ménsulas. Hay que decir que en todo el conventual estas bóvedas son muy planas, casi desafiando la gravedad.


En torno al claustro se sitúan los diferentes espacios que los monjes necesitaban en sus quehaceres diarios. Refectorio, sala capitular, cocina, celdas se disponen desde las galerías del claustro.



El claustro es de planta cuadrada y está construido en piedra, tiene dos pisos y sus galerías contienen arcos de medio punto, con el doble de vanos en el superior que en el inferior.



Las arcadas de la galería inferior descansan sobre columnas jónicas adosadas a fuertes estribos, las de la galería superior descansan en columnas simples.


Las bóvedas de las galerías de la planta baja son simplemente espectaculares, consisten en bóvedas de crucería de plementería muy planas como antes dijimos. En el claustro se mezclan elementos puramente góticos con otros renacentistas.




Si hay un lugar que realmente llama la atención del visitante en el conventual esa es La Sala Capitular. Este espacio era quizás el lugar más importante del convento o monasterio, en ella se celebraban los actos más importantes del gobierno de la comunidad y en ocasiones los abades eran enterrados allí por lo que solían ser junto a las sacristías los lugares más decorados y refinados en cuanto a su arquitectura y decoración.



La Sala Capitular del conventual se sitúa en la parte occidental del claustro, en su planta baja, y próxima a la entrada. Accedemos por una sala bellamente cubierta por nervaduras apoyados en ménsulas como lo es la sala también



La sala se ilumina mediante dos ventanas abocinadas que se abren al claustro y otras dos que hacen lo propio al otro claustro que existió pero que no ha llegado a nuestros días.



Los nervios en algunos de estos tramos son estrellados, apoyan sobre modillones clave que están decorados con distintos motivos y con escudos de la orden y los espacios libres están enfoscados y estucados con figuras geométricas y caras.


La Sala Capitular está formada por tres cuerpos y las bóvedas de crucería son estrelladas tienen terceletes muy finamente colocados y de bella factura.


Todas estas bóvedas de crucería descansan sobre ménsulas que nacen en los propios muros de los espacios, por otro lado la cruz santiaguista está muy representada en todas las maneras posibles, pintadas, estucadas, labradas, talladas.


En la segunda planta observamos que los arcos son más pequeños lo que hace que en número sean el doble. Estos descansan sobre un muro de piedra. Son arcos de medio punto que descansan sobre capiteles, columnas y basas.




El número total de arcos superiores es de cuarenta, por la parte exterior parece que se apoyan sobre una balaustrada pero es el muro trabajado para que de esa sensación.




Desde este nivel hay un acceso a la iglesia, IGLESIA PARROQUIAL DE SANTIAGO APOSTOL desde aquí los monjes no tenían que salir del conventual para los oficios religiosos, hay que recordar que la iglesia no era propiedad del mismo sino la iglesia parroquial. Las visitas turísticas solo pueden acceder a visitar la iglesia desde esta parte que no es otra que el coro a los pies de la iglesia.



La iglesia tiene una sola nave rematada en un ábside poligonal. Tiene cuatro pequeñas capillas en el lado sur a modo de capillas y que están sostenidas por bóvedas de crucería y al exterior son arcos de medio punto rebajado las que la sostienen.



El techo de la iglesia también tiene bóvedas de crucería con claves principales y secundarias. Grandes ventanales en el lado norte de la nave y en el ábside iluminan el interior del templo.


El retablo es moderno, su autor Eduardo Acosta, tiene tres cuerpos paralelos. La parte baja se representan a los evangelistas y en el centro una hornacina central donde se situó la Virgen de Tentudía, hoy en día hay un cristo. El segundo cuerpo está formado por un tríptico de 9 metros de largo por dos de alto que representa la batalla de Tentudía y la aparición de la Virgen para ganar la batalla. En el cuerpo superior, adaptado a la crucería, representa a Santiago victorioso a caballo.



La iglesia actual es de mediados del Siglo XVI. de estilo gótico renacentista con espadaña en el centro de la nave. La fachada es irregular con muchos cuerpos y volúmenes distintos. La portada principal tiene un vano adintelado flanqueado por columnas pareadas sobre pilastras.


De regreso al claustro superior nos detenemos en las minúsculas celdas de los monjes donde apenas hay espacio para respirar sin agobiarse. Esta cubierta hoy en día por techumbre de madera.




Toda la decoración en esta planta es casi íntegra de estucados. Figuras y formas geométricas y vegetales como en la ventana de abajo.



Conchas, círculos y cruces de santiago, cenefas y demás figuras decoran todo el espacio superior.




Las vistas del claustro desde las galerías superiores son impresionantes, se observa perfectamente la disposición de las galerías e incluso la espadaña con sus cuatro cuerpos de campana, tres en un plano inferios y sobre este otro cuerpo más, en una esquina un nido de cigüeña.




Otros espacios interiores se han reconvertido en un pequeño museo con obras de arte de un artista local que rompe un poco con la sobriedad de las dependencias del conventual.



Antes de marcharnos damos otra vuelta al claustro en su parte baja para volver a deleitarnos. En su galería norte, la que está pegando a la iglesia se ha colocado un gran cristo que en la foto superior hemos dejado en el arco central de esa galería.


En este claustro en su parte baja nos hemos fijado que las bóvedas de crucería que cubren las galerías y arrancan en ménsulas tienen además adosadas al muro unos arcos carpaneles en todo su perímetro, además el espacio que queda se ha rellenado de figuras estucadas. En las fotos inferiores se muestran las imágenes más repetidas, dos leones enfrentados y siluetas dentro de círculos.



También se repite nuevamente la cruz santiaguista, en la foto de abajo tallada en el sillar.



FINAL

Bibliografía:

 Localización:
38.106011, -6.337217

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