viernes, 11 de octubre de 2019

MONASTERIO DE SAN FRANCISCO EL REAL DE CÁCERES

MONASTERIO DE SAN FRANCISCO EL REAL


El Monasterio de San Francisco el Real de Cáceres ha tenido diferentes usos en su larga historia desde su creación allá por el siglo XV, sede del Colegio de Teología Escolástica, residencia, cuartel y caballerizas, hospital provincial, casa de la misericordia y colegio de huérfanos. A comienzos de los años 80 se creó el Complejo Cultural San Francisco en cuyas dependencias se encuentra la Institución Cultural El Brocense de la Excelentísima Diputación Provincial de Cáceres.





Hoy en día sigue teniendo este uso además de celebrar congresos y exposiciones en su desacralizada iglesia y en los espacios habilitados en algunas de sus dependencias como salas y claustros. También se realizan representaciones teatrales o conciertos.






El edificio se encuentra extramuros del casto histórico de Cáceres y en plena calzada romana Vía de la Plata.






Se comienza a construir en el año 1472 por orden del fraile Pedro Ferrer protegido del corregidor  Diego García de Ulloa, este consigue los permisos para que se funde en Cáceres un convento franciscano ya que pesaba sobre la ciudad la imposibilidad de cesión de terrenos al clero desde la reconquista en 1227.







Se construye el monasterio con unas dimensiones y ornamentaciones que la orden franciscana no solía construir. Lo financiaron la nobleza cacereña y el mecenazgo de los Reyes Católicos y del Cardenal Mendoza, así sus armas se exhiben en el ábside y crucero de la iglesia del Monasterio.



En las capillas del monasterio y claustros se encuentran enterradas en panteones las familias nobles de la nobleza cacereña, los Ulloa, los Ovando, Los Golfines, Los Torres, Los Carvajal, Los Mayoralgo o Los Figueroa todos ellos con sus blasones con más de cien en todo el conjunto.





La Guerra de la Independencia hizo mella en el monasterio siendo expoliadas entre otros el órgano, sepulcros además de incendiar el retablo mayor. Un incendio en las dependencias destruye parte del monasterio. Por último la Desamortización de Mendizabal comienza la decadencia y destrucción del cenobio siendo utilizado y adaptado para distintos usos hasta su conversión en complejo cultural en 1980.















En origen se construyó en estilo gótico tardío con la iglesia como exponente del mismo en el monasterio, hechuras catedralicias con planta de cruz latina, con tres naves con crucero y ábside, su claustro también gótico posee nervaturas y capillas también nervadas.

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El pórtico del atrio es ya de estilo renacentista y el acceso lateral está cubierto con una bóveda cuatripartita pintada al fresco, posee un bello lavamanos correspondiente a la sacristía que hoy se encuentra entre los dos claustros principales. Interesante también es la capilla de los Sánchez Paredes.


El acceso a la sacristía es gótico isabelino con un arco conopial, granadas y ménsulas con decoración de cabezas de indios. 



El frontal de la iglesia se acaba ya en estilo barroco en 1723.


LA LEYENDA SECRETA DE SAN FRANCISCO
RICARDO HURTADO


"LA CALAVERA"

En 1965 durante unas obras en la sacristía se encontró la calavera de Fray Pedro Ferrer fallecido cinco siglos antes y aquí enterrado aunque en lugar desconocido. A continuación sucedieron hechos misteriosos por el que se le atribuyeron poderes milagrosos a la calvera al curar los sabañones que varios estudiantes tenían en sus manos luego de que estos las metieran en agua bendita vertida sobre la calavera. Se curaron pero fueron perseguidos por la calavera. Tras estos sucesos y varios días de ruidos extraños por miedo la calavera fue enterrada en un lugar secreto de la iglesia donde solo los albañiles conocían de su existencia.

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